VIERNES 19 de Abril de 2024
 
 
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Una historia con muchas facetas

Parece extraído de los cuentos de Edgar Allan Poe. Pero no es parte de una novela que, según parece, de acuerdo a las informaciones que van trascendiendo, de un expediente que hoy se abre, mañana se cierra, depende de los datos que le van acercando a la jueza y al fiscal que están actuando, muestra aspectos muy cambiantes.

Ahora parece que el portador del arma que gatilló en dos oportunidades, apuntando a la cabeza de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, era una herramienta que estaba usando, quien aparece como su novia y ahora una amiga ‘íntima’ de esta.

Esta información que recogieron todos los medios nacionales surge de lo que se ha podido extraer de mensajes telefónicos cruzados entre lo que surge del análisis del teléfono de Brenda Uliarte, la novia de Fernando Sabag Montiel y del que jugó Agustina Díaz a quien tenía guardada como ‘el amor de mi vida’, quedando ahora ambas mujeres acusadas.

Resulta un laberinto reconstruir un suceso que convulsionó al país. Inclusive se esta dando la situación conflictiva de sectores que se enfrentan, unos sosteniendo que fue un hecho real y otros que hablan de una ‘opereta’ muy bien armada.

Resulta difícil analizar un suceso que muestra tantas aristas diferentes. Un intento de magnicidio es de por sí una grave escalada política que pone de relieve que estamos ante grupos que pretenden generar un estallido social, porque esa sería la resultante, de haber tenido éxito.

También podría ser un ‘grupito’ de inadaptados, que con alteraciones psicóticas, quieren emular a organizaciones subversivas que actúan en todo el mundo y han ocasionado gravísimos episodios, basta solo recordar el ‘loco’ desatado al comando de un camión que arrasó y mató varias personas, invocando una determinada inclinación política o religiosa.

‘¿Por qué falló el tiro.? ¿Cómo mandaste a este tarado?... Y después ¿se puso nervioso?‘, preguntó en un mensaje Agustina Díaz a su amiga, dejando sentado, a través de esta expresión, que ellas habían sido las que habían generado que Fernando Sabag Montiel fuera el que ejecutara a la titular del Senado de la Nación.

También se está hablando de una ‘banda’, que estaría integrada por tres o cuatro personas más, la denominada ‘banda de los pirulos de azúcar’, basándose en lo que recogieron las cámaras analizadas.

Sin lugar a dudas que será un arduo trabajo el que le espera a la jueza María Eugenia Capuchetti y al fiscal Carlos Rívolo, para desenrollar una madeja tan compleja, en la que participan personajes ignotos, presumiblemente no muy equilibrados, políticos que bombardean con diferentes interpretaciones y ahora con la reciente declaración presidencial, en la que apuntó que, el plan era primero Cristina y después él, sería la víctima elegida.

El país está transitando dificultades socio-económicas, a las que ahora se suma la aparición de estos grupos, que procuran desestabilizar la sociedad, en procura, no se sabe, de qué objetivos.

Todo indica que se debe esperar la acción de la Justicia y evitar entrar en la ola de rumores, trascendidos e interpretaciones, muchas antojadizas, otras interesadas políticamente, como una forma racional de no trasladar a la ciudadanía un clima de convulsión, que para nada resultará positivo.

El país requiere tranquilidad. Los disensos en el terreno político no deben superar lo racional, debe volverse al sentido común, que parece ser, para nosotros, no es el más común de los sentidos.

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