MIÉRCOLES 24 de Abril de 2024
 
 
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Un libertario que preocupa

Hace un tiempo atrás apareció en la escena de los programas televisivos y parecía diferente, hasta divertido. Su, por momentos, exacerbada forma de expresarse, la forma contestataria y una muy estudiada agresividad, le fueron abriendo las puertas de los programas de esencia polémico-política.

Se mostraba como un personaje excéntrico. Es decir, se comportaba de forma rara o poco común, por lo que llamaba la atención. Tenía observaciones puntuales sobre la marcha de la economía y comenzó a ponerle nombre a los políticos, a quienes denominó: ‘la casta’.

Lentamente fue ganando espacios. A unos les convenía porque era generador de polémicas, en las que siempre terminaba, expresándose en tonos altos, casi a los gritos y con una vehemencia inusual. A otros no tanto, pero era atractivo para la pantalla chica.

Lo sumaban, porque era una voz altisonante, que decía cosas que mucha gente pensaba y fundamentalmente porque se identificaba como un ‘libertario’, sin ataduras ni compromisos con ningún partido político. Sin lugar a dudas un extremo de la derecha.

Creemos que para los que se manejaban, en los diferentes cuadros políticos, que se proyectaban para dirimir cargos a futuro, Javier Milei, no representaba ningún riesgo. Gritaba, se enardecía y planteaba soluciones -a muchos problemas que aquejaban al país- sobre todo de índole económica, que se suponían en las antípodas del pensamiento argentino.

Es un extremista, ya lo mencionamos. Y nunca los extremos son positivos.

Sus pasos fueron lentos, pero se mostraban firmes. No era para muchos, las formas de gobernar y enderezar la economía que proponía. Eliminar el Banco Central, sacar todo el contrapeso que significa mantener una estructura política, que él llama "la casta". Y fundamentalmente encontrar en este punto muchas coincidencias: "Dejar de robar" y "Esquilmar al país".

En ese tránsito de hacerse conocido, ser el hombre elegido por los programas de televisión polémicos, le agregó un fuerte condimento, en una oportunidad dijo: "Quiero ser el próximo presidente".

Para muchos, pudo ser una fanfarroneada y parte de ese personaje que había conformado. Ya tenía para ese entonces ‘seguidores’. Javier Milei, no era un economista diferente, sino alguien que había comenzado a sembrar positivamente para lograr su objetivo. Era un extremo liberal.

Varios políticos lo comenzaron a observar con mayor cuidado. Ganaba terreno, encontraba adeptos y para muchos partidos resultaba una opción para crecer y poder enfrentar a los dos principales mentores de la política nacional el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Era una incipiente: "Tercera posición", con un poco de todos y una muy particular forma de hacer política.

No fueron muchos los que le dieron entidad. Pero como decía un viejo sabio de la política: "No hay oponentes chicos. Crecen lento y en algún momento se convierten en la verdadera oposición".

La carrera ascendente de Javier Milei, el libertario, rebelde, tuvo altibajos. Sus pronunciamientos sobre diversos temas, fundamentalmente de alto contenido social, le ganaron críticas y provocaron una desvalorización en las encuestas que venían siguiendo con mucha atención su crecimiento.

Pero por qué no presuponer que todo formaba parte de un contenido estratégico, estudiado hasta en sus mínimos detalles. Se conformaba una nueva figura en el escenario de la política nacional. Discutido, negado en algunos casos, vilipendiado en otros, pero algo en lo que nadie reparó: SIEMPRE PRESENTE.

Y este aspecto le fue brindando oportunidades, fundamentalmente con un target de ciudadanos, que por naturaleza están en plena ‘rebeldía’.

Ellos los más jóvenes comenzaron a seguirlo y darle marco multitudinario en cada oportunidad en la que se presentaba para exponer sus ideas de la política nacional.

Y creció. Se ha ido consolidando hasta llegar a constituir una tercera fuerza, con posibilidades de continuar aumentando su peso específico en la contienda política entablada entre los dos sectores que hoy se disputan el centro del escenario, Frente de Todos y Juntos por el Cambio, pero que muestran severos quebrantos internos, hasta ahora no resueltos.

Hoy la gran pregunta es: ‘¿Y si sigue creciendo Javier Milei? Un interrogante que sacude a los dirigentes de Juntos por el Cambio. Es la incógnita, sobre todo, que causa alarma y pánico en la coalición opositora: en distintas encuestas reservadas, el líder libertario aparece con más del 20% en intención de voto e incluso en alguna aparece con el 24%.

Tampoco escapa a estas consideraciones la coalición del Frente de Todos. Ya no lo disimulan. Ahora lo observan con atención y han lanzado sus alfiles en procura de acordar. 

Todos quieren ver si Javier Milei, llegado el momento, se estima que será el balotaje, tendrá decidido para quién jugará. Aunque él sigue sosteniendo que si hay doble vuelta: él será el nuevo presidente.

La gran pregunta es: ¿SERÁ POSIBLE?
 

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