JUEVES 18 de Abril de 2024
 
 
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Un año difícil para la economía 

Los movimientos que se realizan en torno a la economía Argentina pueden resultar -en algún caso lo fueron- acertados, y lograron frenar ciertos indicadores que mostraban un quebranto, del cual parecía muy difícil salir. En otros, no alcanzaron y fueron inocuos. 

Pero la realidad que se mueve en torno a los planos financieros y económicos, resultan harto complejos, máxime cuando se han venido ejecutando programas que no han dado resultado, sino que han agudizado mucho más un sistema colapsado.

Uno de los factores que permiten alcanzar ciertos objetivos en el marco del logro de acuerdos es el relacionado a la producción agricologanadera. Sin lugar a dudas, cuando el campo produce y lo hace consensuando con las áreas gubernamentales se nota una profunda recuperación de la forma en la que se organiza la actividad económica de una sociedad, la producción de bienes y servicios y su distribución entre sus miembros.

Este proceso es innegable, y cada vez que se intentó sacar provecho de resultado de la producción agrícola se llegó a generar no solo mayor daño a la economía, sino la resistencia de quienes se dedican a la actividad en todas sus ramas. 

Finalmente se arriba al buen criterio, a la sensatez de si algo está bien, produce y resuelve problemas, se deben tender puentes, no solo que aseguren la producción sino que a través de políticas acertadas se incrementen.

Esto ha venido haciendo el ministro de economía, hombre del Frente Renovador, sumado a la coalición Frente de Todos, Sergio Massa, quien indudablemente está viendo que mediante su gestión, si alcanza un mediano éxito, ya se asegura un lugar preponderante en el podio gubernamental del sector que representa.

Pero todo este esfuerzo no contaba con los factores climáticos y hoy los efectos negativos que está produciendo la sequía han provocado el alerta no solo de productores y sus organizaciones representativas, que anuncian una notoria disminución en los rindes cerealeros.

En la mañana de ayer, los integrantes de la Mesa de Enlace se reunieron con el titular de área económica del gobierno, Sergio Massa, para plantearle la situación, dejando en claro que, según sus estimaciones al día de hoy, advierten que las pérdidas por la sequía llegarán a USD15.000 millones. Los dirigentes del campo señalaron que las consecuencias del fenómeno climático serán graves. 

Esa fue la cifra que aportó el presidente de Coninagro, Elbio Laucirica, al ingresar a la sede de INTA-Castelar en la que se llevó a cabo el encuentro: “Aunque mañana llovieran 100 milímetros, hay daños que ya son irreversibles y eso nos hace avizorar una pérdida de 15.000 millones de dólares para el país”.

Una de las cuestiones que afectarían con mayor severidad a la estructura económica nacional, sería una clara merma en el ingreso de divisas por la cosecha de trigo, prácticamente ya reducida a un 50 por ciento. Esta situación provocará un grave vulneramiento de las economías del interior del país. 

Si a este factor, que los del interior estamos observando en zonas muy afectadas por la sequía, donde una lluvia, más allá de su intensidad, no llega a tiempo para recuperar lo perdido. Deben evaluarse que aún seguimos soportando un debilitamiento, con el consabido deterioro en el sistema productivos: factoría, industria, manufactura, taller, empresa, explotación, construcción, obra, entre muchas otras, algunas de las cuales, a esta altura son irrecuperables.

Es, sin lugar a dudas un largo camino el que debemos recorrer y además entender que no se trata de una cuestión ideológica la que resolverá el grave problema en el que se está desarrollando la vida en la Argentina, sino en la necesidad de políticas acertadas y, fundamentalmente, en lograr un consenso, dejando de lado egos personales, por llegar al poder.

Hoy la gran mayoría, por no aventurarnos a decir todos, están abocados a cómo pueden formular las mejores estrategias para alcanzar la presidencia en diciembre del 2023. Es dedicarse de lleno a la campaña, ver cómo se pueden lograr réditos desgastando al posible oponente, inclusive poniendo escollos -que pueden resultar herramientas legales, según la norma constitucional que las asiste, pero que impiden lograr- estamos hablando de ECONOMÍA, que se
puedan ir solucionando los baches que se han producido en los últimos años.

La mezcla de situaciones conflictivas, que han generado confrontación interpoderes, flaco favor le hacen al país. Aunque se viertan argumentaciones a favor de los mecanismos de impedir que se ponen en funcionamiento. 

Creemos, desde nuestra inocencia política, que si queremos mejorar, debemos consensuar. En la confrontación, siempre alguien sale herido, y esa no es la mejor resultante, que puede abrigar la sociedad para ir superando sus problemas.

O la tarea se hace entre todos, o el objetivo final esta muy lejos de alcanzarse.
 

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