Ese podría ser el encuadre ajustado a la realidad que surge del desmembramiento que sufrió Juntos por el Cambio, coalición que prácticamente ha desaparecido y que por decisiones no muy acertadas anenazaban con atomizar la célula madre que les dio origen partidario, el PRO.
En alguna oportunidad señalamos que la tarea demoledora que realiza el “triángulo de hierro” ideológicamente identificado con el liberalismo-anarcocapitalismo que presidente Javier Milei, estaba, estrategias mediante, logrando su objetivo destructor, pasando luego con su “ambulancia selectiva” y levantando no a todos los heridos sino, a los que se sometan a cumplir a rajatabla aquello que indique el partido gobernante; más allá que este confrontando con sus propias convicciones e ideologías.
Las acciones emprendidas por Mauricio Macri, presidente del PRO, desde que se adelantó en las primarias para acordar, entregando todo su potencial o aquello que tenía nombre propio, a quien se perfilaba como candidato y que -en campaña- había mostrado tener coincidencias con la interpretación adecuada del liberalismo.
La jugada fue emprendida por una “candidata sin chances” como Patricia Bullrich y un ex presidente que fracaso en su intento por consolidar un partido con chances y había dejado de tener peso propio, Mauricio Macri. Frente a ellos se ubicó un nuevo personaje de la política, de acciones disruptivas que hablaba de eliminar la “casta corrupta” entendiendo que era uno de los males del país. Achicar y desarmar el Estado protector. Imponer el libre mercado y adaptar a la sociedad al ejercicio de la plena libertad de acción, siendo responsables de sus éxitos y fracasos, sin que para ello tuviera que intervenir el poder estatal.
Dijeron en un acto de arrojo, que firmaban sin condicionamiento alguno responderle al libertario que se proponía para la presidencia del país. De alguna manera era optar por aquello que rompiera de cualquier manera con el kirchnerismo y sus desprendimientos peronismo.
Javier Milei vió el puente tendido lo cruzó y ya en la orilla ganadora, marcó la cancha. Este es mi gobierno, este es mi poder y lo ejerceré a pleno. “El que no siga los dictados de mi gobierno será mi enemigo”. Una de las frases que recogíamos de sus primeros encuentros con la prensa.
Pasó un año, las cosas no han sido fáciles políticamente, pero incuestionablemente los artilugios y el arte de ejercer un lineamiento político diferente a todo lo que los argentinos han vivido en los últimos cuarenta tanto años de democracia, fue mostrando, para algunos nada que no se previera, para otros una tremenda frustración porque se dieron cuenta que “volvieron a equivocarse”.
El consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba, uno de los mentores políticos que más influencia tuvo durante el frustrante gobierno de Juntos por el Cambio, sostiene que: “Cuando Mauricio Macri cedió el espacio del cambio a los libertarios, se murió. Fue una equivocación y una estrategia brutal en esta etapa”.
El consultor agregó: ‘‘Tenía todas las de ganar cuando quedó con el 41%, y ante un presidente que fue un desastre porque (Alberto) Fernández es uno de los presidentes más catastróficos de la Argentina. Tenía la mesa servida para ir adelante, siempre que tuviese esa misma línea que le permitió ganar las elecciones desde 2005, durante 15 años”. Y finalizó diciendo: “Se volvió a equivocar”.
Los argumentos que se elaboran para mostrar el escenario actual de estos “escarceos políticos” que se están intentando para el 2025 y 2027, señalan con claridad que hoy Milei sabe que tiene el poder y Macri también sabe que esta lejos de volver a considerar una fuerza poderosa si se aleja de LLA.
La actualidad -que naturalmente puede tener variables- esta marcando que la estrategia del presidente Javier Milei se muestra inconmovible. Surge claramente de sus expresiones: “o vamos juntos en todo o vamos separados”.
Esta simple expresión tuvo un impacto político inmediato, de esta manera Luis Juez, que es jefe de bloque amarillo en el Senado, confirmó que se alineará detrás de La Libertad Avanza en las próximas elecciones. Frigerio y Nacho Torres están dispuestos a hacer lo mismo.
La estrategia del presidente y los componente del “triángulo de hierro” esta generado precisamente aquello que ellos buscaban. Se hace realidad el mensaje de Milei: “O estas conmigo o estas enfrente”. No hay términos medios, ni acuerdos negociables que valgan. Ellos están respaldados en las encuestas y consultoras que le están asegurando que hoy, no existen en la política nacional, fuerza alguna que pueda oponerseles.
La realidad es la única verdad que por más que se intente dibujar con un buen relato, nos está señalando -por ahora- un futuro político cerrado; donde nada se negocia, acuerda o concilia.
Es la plena vigencia del “VAMOS POR TODO”.
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