La semana se inicia con la proyección de la primera parte del programa del área de Federico Sturzenegger, correspondiente a las privatizaciones de empresas del Estado y sucedaneamente los primeros contactos destinados a la reforma política, acción que estará en manos de Guillermo Francos y que por decisión de Javier Milei se demorará, hasta que se logren acuerdos en el Senado de la Nación.
De todas maneras el espectro político que abarca a todos los sectores, sigue procurando acomodar sus jugadores con miras a futuras negociaciones, a proyectar los posibles candidatos para el 2025 y reforzar a quienes podrían ser quienes jueguen en el 2027.
Resulta difícil elaborar circunstancias alrededor de cada una de las situaciones que se van produciendo. Pocas veces se ha observado tanto desconcierto en la clase política, dado que se han establecido estrategias muy disimiles donde, el punto de coincidencia, justamente es que nadie coincide con nadie.
Los cambios de bandos son, hoy, moneda corriente y eso desvirtúa el concepto de la Democracia. Fluyen distintas líneas de pensamiento, pero dado que fueron elegidos para defender los derechos de la ciudadanía, lo único que se espera es que logren consensuar las mejores opciones.
Estas situaciones no se están dando,por el contrario el internismo es hoy la mecánica del juego y prima el “sálvese quién pueda”, en una salvaje contienda donde aquellos que con formaban una fuerza hoy están desperdigados, procurando un “agujero” donde meterse para continuar medrando con los beneficios que les otorga el cargo.
En este “cambalache” diría Santos Discépolo, nos estamos moviendo. El relato es el argumento que se esgrime para convencer a sectores de un electorado que esta agrietado y que, como pocas veces se ha visto, enfrentados en una “guerra ideológica” que supieron venderle muy bien a una gran parte de los argentinos.
Se iniciaron los primeros pasos de las privatizaciones, apuntando a generar el interés de los inversores extranjeros, fundamentalmente en lo que es energía, un rubro apetecido en el mundo actual.
El Gobierno prorrogó las concesiones de las represas del Comahue y prepara concurso internacional para vender las acciones.
Las centrales hidroeléctricas El Chocón-Arroytito, Cerros Colorados, Alicurá y Piedra del Aguila podrían continuar controladas por las concesionarias por hasta un año. En ese plazo se buscarán nuevas operadoras para los siguientes 30 años.
Es la continuidad de las acciones emprendidas para lograr achicar el Estado, aunque nadie -por lo menos hasta ahora- ha brindado un informe accesible que permita saber cuales serán los beneficios y las consecuencias.
Estamos entregando reservas de profunda incidencia en la sociedad, entendiendo que cuando cambien los controles de las futuras concesiones,estaremos sometidos a las decisiones de un mercado internacional.
La reforma política es otro de los temas candentes que debe lograr consenso a nivel legislativo, lugar donde deberá comenzar a operar Guillermo Francos con los opositores dialoguistas buscando lineamientos negociadores que le permitan a Javier Milei concretar su proyecto de transformación política, sin elecciones intermedias, control y ajuste de costo electoral, entre otras medidas que necesitarán del apoyo de la mayoría de los gobernadores.
Por ahora, la orden del presidente es esperar, las aguas están demasiado agitadas para negociar,sobre todo porque los mandatarios provinciales están reclamando que Nación comience a reintegrar fondos que fueron restringidos y conspiran seriamente con las economías regionales.
El reordenamiento político por sectores está en marcha. Todo indica que en los próximos meses se producirán cambios profundos, acuerdos y coaliciones frentistas que ya se están conversando, aunque no hallan llegado a ningún entendimiento.
Peronistas, provinciales y PRO crean un nuevo bloque en el Senado, lejos de Cristina y Macri. A través de una gestión del chubutense Nacho Torres, se desmarcan en la Cámara Alta y crean un nuevo polo de poder. No descartan que surja un frente electoral.
Es evidente que comienzan a perfilarse los nuevos personajes de la política nacional, ante la necesidad de mostrar diferencias sustanciales con anteriores expresiones y competir generacionalmente por lo nuevo, frente al libertario Javier Milei. Una manifestación que desde el extremo liberal logró aglutinar a quienes estaban desencantados de la casta tradicional de las últimas décadas.
Prudencia será una de las actitudes futuras. Hoy los escenarios están abiertos y -por ahora- no hay ganadores asegurados.
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