Tras su viaje al Vaticano, Axel Kicillof evalúa distintos encuentros con sus pares Sergio Ziliotto y Ricardo Quintela. Unión por la Patria logró retener sus 33 votos negativos contra la ley Bases y el paquete fiscal y se entusiasma con sostener la cohesión ya que en noviembre hay elecciones en el PJ.
Con las elecciones del Partido Justicialista (PJ) convocadas para noviembre, el bolillero se mueve y los gobernadores pican en punta como los principales acreedores. Caja, poder de fuego territorial y legislativo y armados silvestres son algunos de los ítems que potencian las posibilidades de los mandatarios.
Dentro de ese esquema, Axel Kicillof avanza con la nacionalización de su figura. El martes, el exministro de Economía coordinó un scrum bonaerense al Palacio de Hacienda, que incluyó a todo su gabinete y a 60 intendentes peronistas de la Provincia de Buenos Aires, quienes presentaron en mesa de entrada un petitorio destinado al ministro Luis “Toto” Caputo.
Más tarde ese día, en una conferencia de prensa, el mandatario se puso al frente del grupo y ofreció detalles de los $6,3 billones que el distrito le reclama a Nación en distintos conceptos adeudados.
Axel Kicillof se reunió con el papa Francisco esta semana en medio del tratamiento de la ley Bases. A su vuelta, el economista continuará con su construcción política en territorios aliados. Primero, visitará La Pampa, donde se reunirá con Sergio Ziliotto. Posteriormente será recibido en La Rioja por Ricardo Quintela.
Este último encuentro sería, tentativamente, el 1 de julio, aunque aún no hay una fecha exacta, según pudo averiguar este medio. No es algo casual: se trata de los tres mandatarios de Unión por la Patria (UP) que muestran una mayor beligerancia con la Casa Rosada.
Precisamente Ziliotto es otro de los dirigentes que asoman la cabeza en el PJ nacional. Sin posibilidad de reelección, el gobernador ostenta una provincia ordenada y mantiene su oposición dura a la administración libertaria. Con menor exposición que su par bonaerense, el gobernador no pierde oportunidad de contrastar su gestión con la de La Libertad Avanza (LLA) y erigirse como uno de los referentes del interior.
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