Era impensable que eso sucediera y mucho menos cuando trascendió que el Banco Central no libera los 4 millones de dólares que Argentina debe a Brasil, para responder a las deudas del comercio establecidas por la importación de determinados insumos. Esto ocurre por la falta de dólares.

Si esto ya esta sucediendo, como es posible pensar que pueden prestar, cuando le estamos demostrando que no podemos pagar las deudas. Esto muestra, claramente, la ausencia de una planificación sólida que, en una situación de tanta gravedad, las acciones resulten contundentes.

Si es un imposible controlar la economía interna, fagocitada por una dolarización creciente acompañada por el aumento del índice de inflación, que esta enflaqueciendo los bolsillos de todos los argentinos; es una ‘broma de mal gusto’, pretender que la sociedad crea que pueden prestarle lo que no pueden devolver.

Se vió a los dos presidentes, el argentino y el brasilero, dirigiéndose a funcionarios y la prensa, exponiendo aspectos desarrollados en las reuniones sostenidas.

Mientras Lula da Silva manifestaba que procurarían darle una ayuda a la Argentina, al mediar para que el organismo internacional de crédito, “le saque el cuchillo de la garganta” a la economía de Argentina, sostenía que plata para prestar no había. Agregando ‘socarronamente’ pero el presidente argentino se va más ‘tranquilo’.

Mientras el mandatario brasilero exponía que los acompañamos hasta la “puerta del cementerio” pero entrar: Uds. solos, se podía observar el rostro del presidente Alberto Fernández esbozando una sonrisa de satisfacción por las expresiones vertidas. Cuando en realidad era para llorar desconsoladamente.

La delegación volvió al país, sin pena ni gloria. Como siempre ocurre, apareció el relato, procurando venderle a la sociedad que nos encaminamos a solucionar los problemas, cuando la realidad esta indicando que los factores externos no ayudarán porque nuestra situación es extremadamente delicada y fundamentalmente primero deben reordenarse las cuentas internas nacionales, para que alguien se anime a tendernos un puente de auxilio.

En realidad hubo más entretelones para la farándula, que cosas positivas. Las reyertas del lote femenino que integró la comitiva fueron noticia y sirvieron para mostrarnos en que estado de descomposición estamos.

La ministra Tolosa Paz confrontando con Grabriela Cerruti, la vocera que pretende tener un peso que gravite sobre el resto de los funcionarios que rodean al presidente Alberto Fernández. Hasta que punto habrán llegado los roces, que tuvo que intervenir como amable componedor el primer mandatario.

Alguien mencionó con sorna, pero no alejado de una gran verdad, “si esto hubiera sucedido en una comitiva de Cristina Fernández de Kirchner, ya no eran más funcionarios y tal vez hubieran estado de regreso antes que el resto”. Esto muestra claramente que no hay poder presidencial efectivo en Alberto Fernández; sin lugar a dudas lo tiene la vicepresidenta.

Mientras esto sucedía, se plantea en el país una polémica suscitada por la decisión del titular del INDEC, Marcos Lavagna, que argumentando la existencia de una veda impuesta, legalmente, en cinco provincias que tendrán elecciones en los próximos días, postergarían el anuncio de los indicadores correspondientes a los números que arrojó el mes de abril.

Para entendidos en materia del alcance de la ley electoral y como materia ideal para el sector de la oposición, se produjo una reacción inmediata entendiendo que se operaba una fórmula para ocultar los números negativos de los indicadores que mensualmente da a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos.

Fue tal el ruido que su titular decidió dar marcha atrás y dejar la fecha estipulada, 12 de mayo para dar a conocer los datos y estadísticas que, como se sabe cubren todo el país.

De todas maneras no creemos que a las provincias que dirimen candidaturas en los próximos días, Salta, San Juan Tucumán, La Pampa, Tierra del Fuego, esos datos puedan alcanzar a modificar un voto, que ya a esta altura esta definido .

Suponemos un error estratégico, del Ministerio de Economía, llámese Sergio Massa, quien procuraba darle cobertura al hombre del Frente Renovador, que juega sus posibilidades en la provincia salteña.

La realidad no se puede modificar ocultando datos estadísticos. Estos están, se ven y son notorios en todo el país, que sufre las alternativas de una economía fracturada, con indicadores muy altos que gravitan en lo social y financiero del país.

Esta certeza incuestionable, tampoco se soluciona si como ‘menesterosos’ salimos a ver si alguien nos da una ayuda. El problema es interno, la ausencia de políticas de Estado sólidas, en lo financiero, credibilidad y seguridad jurídica, señala que estamos cada vez más lejos de encontrar respaldos.