LUNES 09 de Septiembre de 2024
 
 
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La tensa calma...

Una expresión común que procura señalar que, si bien las cuestiones adversas se intentan mejorar, nadie confía en nadie y son pocos los que se animan a predecir que podría producirse en el transcurso de la semana que se inicia.

Tal como trascendió en los medios capitalinos en la reunión que el presidente Javier Milei encabezó en la Casa Rosada, con legisladores de LLA, el PRO y el MID, habría quedado garantizado el apoyo total a la postura del Gobierno. Fundamentalmente en lo concerniente al veto presidencial a la nueva fórmula de movilidad jubilatoria recientemente aprobada.

Es una etapa previa en la cual resulta harto dificultoso poder asegurar que todo responderá a ese “pre-acuerdo” que, por primera vez genera el presidente libertario, siempre remiso a sentarse a mesa negociadora o consensuadora, por considerarla “espúrea” y propio de la “casta” que tanto denosta.

De todas maneras, resultará muy dificultoso -no imposible- para el oficialismo revertir la ley de movilidad jubilatoria, a la que solo le resta el “si” presidencial y su promulgación para ser de efectiva aplicación.
Está claro que los sectores políticos que dieron luz verde al proyecto, están operando de la misma manera que lo realizado por la figura presidencial.

De esta manera, tanto los radicales como el peronismo y el bloque Encuentro Federal -que conduce Miguel Ángel Pichetto- adelantaron públicamente que planean insistir con el proyecto que fue aprobado por amplia mayoría en las dos Cámaras del Congreso. ¿Será cierto?

Son pocos los políticos, legisladores y gobernadores que pondrían las “manos en el fuego” asegurando que los términos a los que se arribó para consensuar el voto que impida los dos tercios que se requieren para desestimar el veto se cumplan. “El que se quema con leche, ve una vaca y escapa”.

No es la primera vez y es una técnica estratégica del presidente liberal-anarcocapitalista, que aquello que se ajusta previamente puede no cumplirse porque va en contra de su pensamientos ideológico.

Siempre ha encontrado argumentos que van en el sentido opuesto a lo conversado. Motivos no faltan y decisiones personales que señalan claramente que su palabra es la que vale, hay muestras en abundancia a lo largo de estos nueve meses de gobierno. Esto hace que haya más desconfianza que seguridades.

No obstante hay que esperar. La presencia del hombre de Mauricio Macri, en la reunión el legislador Cristian Ritondo, podría resultar el aval que requiere el PRO, para responderle positivamente al actual titular partidario que ya ratificó coincidencias con el veto presidencial.

Este es uno de los temas preocupantes que hoy están siendo objeto de análisis del presidente Milei. Su postura -hasta ahora inamovible- de seguir otorgándole poder a su asesor Santiago Caputo, es un “trago amargo” que muchos de sus más estrechos colaboradores no alcanzan a digerir.

Ya habíamos mencionado en anteriores entregas que todas las “contras” que hoy muestra la figura del discípulo del ecuatoriano Durán Barba, tienen un rebote positivo en la figura de “el Jefe” Karina Milei, quien sigue confiando plenamente en su mano derecha ejecutora.

Los traspiés de Caputo, su adoración o amor excesivo de sí mismo, egocentrismo, egoísmo, autolatría, egotismo, narcisismo, protagonismo, individualismo, vanidad, no le están haciendo ningún bien al poder presidencial y mucho menos a la imagen de Karina Milei, que va en picada negativista, según los encuestadores. El fiel de la balanza mileista ha comenzado a moverse.

Donde se ha percibido que si bien mantiene imagen cae en positivismo de gestión -es el presidente Javier Milei-, y eso es el inicio de un proceso de desgaste que puede resultar riesgoso para quien no tiene repaldos en el poder legislativo y mucha desconfianza a nivel gobernadores.

Lo inentendible es cómo legisladores que suscribieron la aprobación a la ley que intenta poner equilibrio y justicia en uno de los sectores más castigados económicamente, como los jubilados, ahora borrarán por conveniente una decisión acertada, mostrando una total desaprensión por los más necesitados.

Nadie es tan torpe que quema su propia casa, salvo que se jueguen otros intereses y pueda construir otra de mejor calidad. Llevándolo a la política, si la “prevenda” y la negociación es prometedora, son capaces de “vender a su progenitora”.

No es relato, es realidad y ya lo hemos visto.
 

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