Se enviaron helicópteros para rescatar a las personas que buscaron refugio en los tejados de sus casas en la zona de Toledo, a unos 50 kilómetros al suroeste de Madrid, informaron los servicios de emergencia.

El repentino aguacero caído entre el domingo y el lunes transformó las calles en ríos de barro que arrastraron coches y cubos de basura en Madrid, Castilla-La Mancha, Cataluña y la Comunidad Valenciana. También cayó granizo en muchas zonas.

Tres personas murieron en los alrededores de la ciudad de Toledo, donde el servicio meteorológico AEMET registró precipitaciones récord de 90 litros por metro cuadrado el domingo.

Una de las víctimas fue un joven que quedó atrapado en un ascensor que se llenó de agua, mientras que otro se encontraba en el interior de un vehículo cuando este se inundó, según informó la policía.

La tercera persona fallecida era un hombre de 50 años que había sido dado por desaparecido. Su cuerpo fue encontrado por la tarde flotando en un río cerca de su casa en la localidad de Camarena.

‘No paraba de llover y estábamos un poco asustados, pero estábamos en el interior, así que estábamos a salvo‘, dijo Isabella Stewart, una misionera estadounidense residente en Toledo mientras tomaba un autobús.

Otro residente de Toledo, Rubén González, dijo: ‘Yo vivo aquí a cuatro cuadras y fue bastante fuerte de verdad. Está todo inundado. Es una locura‘.