Los guarismos oficiales marcaron al final del análisis que la fórmula integrada por Javier Milei y Victoria Villarroel consiguió en esta ciudad 24.684 votos, contra apenas 15.339 de la que integraban Sergio Massa y Agustín Rossi. Pese a que se suponía que buena parte de los sufragantes se podrían definir por el voto en blanco o impugnado, la realidad marcó que solamente el 3,5 optó por esa posibilidad.

Como en la mayor parte de la Provincia y el país, la victoria de La Libertad Avanza fue contundente ya que los porcentajes marcan que alcanzó el 59,5 por ciento de los votos, contra el 36,9 de Unión por la Patria. Los primero análisis hacen pensar que prácticamente todos los votos que en la “primera vuelta” fueron para Juntos por el Cambio, incluidos los radicales, terminaron volcándose para el ahora presidente electo.

Ya desde la mañana se percibía cierta preocupación en las huestes justicialistas; estaba claro que había una “sensación fea”, según reconocieron los propios dirigentes al encontrarse con los periodistas que cubrieron la elección. A la hora de sufragar, por ejemplo, varios se limitaron a las declaraciones de ocasión, muy lejos de triunfalismos o declaraciones altisonantes.

Hay que destacar que en esta ciudad, como en el resto del país, la elección se desarrolló con la mayor normalidad, sin que se reportara ningún tipo incidente.

Al ir apareciendo los resultados de las primeras mesas, la tendencia se fue haciendo cada vez más evidente. Los locales que los contendientes habían habilitado en esta ciudad se fueron llenando de gente, pero claramente el ambiente era muy distinto en uno que en el otro. Mientras que en el de los adherentes a Milei se notaba el entusiasmo por la victoria, en la Unidad Básica, entre caras largas, se buscaba una explicación ante la fuerte caída.

Ya pasadas las 20, cuando el resultado era irreversible y se informó que Sergio Massa había reconocido la derrota, en el centro piquense comenzaron a escucharse los primeros “bocinazos” que se fueron intensificando con el correr de los minutos, hasta que se dio forma a la caravana que por espacio de largo tiempo fue el síntoma de los festejos de los libertarios.