Un suceso esperable, dadas las contingencias de enfrentamientos internos que habían sacudido al escenario en donde se mueven los intereses políticos de La Libertad Avanza.
En algunos de los ámbitos del oficialismo -según trascendidos- ya ni se hablan y cada uno juega su partida como mejor le conviene para su proyecto futuro.
Estos roces y resquemores también tienen incidencia en el “círculo rojo” que encabeza Javier Milei, el presidente, y donde se desempeñan con el máximo poder, “El Jefe” Karina Milei, Secretaria General de Presidencia y el asesor -sin cargo- Santiago Caputo, el hombre que maneja las redes de los “trolls” mileianos, además de las principales “cajas”.
Estos permanentes enfrentamientos están generando un deterioro libertario, donde -a excepción de la figura presidencial- el resto cada vez tiene más imagen negativa, por sus actitudes y acciones que conspiran con el crecimiento partidario que requieren para poder gobernar a futuro.
Están en una lista de posibles alejamientos la canciller Diana Mondino, a quien desde hace tiempo vienen desautorizando su actividad en cancillería, en donde hoy tiene un frente opositor severo de los embajadores que se sienten “ninguneados” y, ahora, coaccionados por el lado salarial.
La otra figura, con proyección propia, obtenida en base a la demostración de ser el único funcionario con formación política, experiencia y que se ha ganado el respeto y la consideración de todos los sectores, es el actual Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien tiene un “duro enfrentamiento” con el “monje negro” del círculo rojo, Santiago Caputo.
La afección gastrointestinal que determinó la internación de Francos, según algunas informaciones extraoficiales, habría sido el resultado de agresivos cruces verbales entre el Jefe de Gabinete y el asesor, siendo el tema fundamental el avance de Santiago Caputo sobre áreas que serían de exclusiva responsabilidad de Francos.
El jefe de Gabinete habría amenazado con renunciar, luego de una discusión con el asesor de Milei, y terminó internado, situación que también habría generado una reacción negativa en Patricia Bullrich, quien sostiene sentirse avasallada por las acciones del discípulo del ecuatoriano Jaime Durán Barba.
La molestia de Francos quedó en evidencia en la entrevista que brindó el viernes por la tarde a La Nación +, donde “remarcó su rol institucional en contraste con la zona gris donde se maneja Caputo, que no tiene un cargo formal y es monotributista”.
Los duros conceptos del Jefe de Gabinete fueron también escuchados por el vocero presidencial Manuel Adorni, dejando en claro que: “Yo tengo rango constitucional, yo firmo, yo tomo decisiones. Santiago Caputo, no. Mi función es más importante que la de Caputo. Si tanto jodo me voy. Si acá el que manda es Santiago Caputo, me voy. Yo soy el jefe de gabinete”. Este fue el cierre de una discusión que, de no mediar el presidente Milei, puede terminar con el alejamiento del -hoy por hoy- el funcionario más preparado políticamente que tiene en el gabinete.
Los enfrentamientos están llegando a un nivel de estallido generalizado, entendiendo -según informaciones de periodistas cercanos a las fuentes oficiales- que ese desbande podría ser la “bomba” incontrolable que debería enfrentar el presidente y lo obligaría a elegir, para poder darle continuidad a su gobierno que hoy atraviesa por inocultables problemas en el terreno de la economía interna y externa, además de las contingencias sociales que se derivan de los altos indicadores de pobreza e indigencia, sin dejar de evaluar que aumentan los despidos siendo gravitantes en el futuro del manejo político.
Los excesos de egos y los personalismos soberbios pueden provocar una detonación que hoy, según muestran los quebrantos de La Libertad Avanza, serían graves para enfrentar la gobernabilidad de la Argentina.
Alguien con mucho terreno recorrido en ámbitos de la política desde hace años, sostenía que los libertarios que ocupan diferentes espacios en el gobierno no llegaron por mérito propio, lo mismo que los legisladores de ambas Cámaras que representan a LLA.
Fueron colocados por decisión del -por ahora- único que tiene los votos, Javier Milei, el resto acompaña y deberían poner más empeño en aprender política, que en pensar en las elecciones del 2025 o las de 2027.
Un escenario que ha comenzado a incendiarse, mientras los sectores opositores observan cómo se deteriora el gobierno por incapacidad o una sobrestimación del poder.
En política, el futuro se construye armando equipos que dejen de lado ambiciones personales -que no son malas, si se las controla- y la búsqueda de consensos que permitan concretar las reformas y transformaciones con la cuales se sustentó el triunfo electoral Javier Milei.
Los errores tienen un alto costo. Hoy, gran parte de la sociedad espera respuestas y no ser testigos de luchas internas que no contribuyen a solucionar sus problemas.
Subestimar al oponente político puede resultar un equívoco a futuro.
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