Una metodología que siempre se utilizó, pero nunca alcanzó los niveles que hoy se perciben y que “vapulean” a la sociedad, llevándola a un grado de incertidumbre que crea un alto nivel de desasosiego ante la ausencia de una perspectiva de futuro.
Las alteraciones se vislumbran tanto en el orden nacional con repercusiones en los Estados provinciales, como en las convulsiones de la política internacional que, de alguna manera, nos afectan.
Los recortes económicos, no darle continuidad a los aportes que el Estado Nacional realizaba a las provincias mediante las transferencias, hoy acotadas, que se realizan de forma automática a diario y se rigen por la Ley de Coparticipación Federal, y las transferencias discrecionales, estas últimas en el caso de La Pampa cortadas casi en su totalidad, van generando una profunda inestabiidd ante un presente que no ofrece mejoras.
Es natural que utilizando estos mecanismos, el Gobierno Nacional alcance a no tener déficit y lograr superávit, cuando todo aquello que Javier Milei ha logrado ha sido con achiques, recortes y eliminaciones que operan en favor de sus objetivos, siguiendo la planificación del hoy ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina.
Van erosionando las economías regionales estas situaciones que se iniciaron el pasado 10 de diciembre del 2023 y se comenzaron a instrumentar a través del DNU, que con algunas modificaciones por medidas cautelares interpuestas está aún vigente, y la aplicación de lo que quedó de la original Ley Bases, en especial la utilización de las Facultades Delegadas. Afectan el desarrollo de las PyMEs y han provocado medidas de contención económica de las grandes empresas y productores, que acomodan sus movimientos financieros a las posibilidades que les brinda el mercado.
La caída del empleo está alcanzando indicadores alarmantes en razón de los reacomodamientos que los sectores se ven obligados a realizar para alcanzar a cubrir gastos impositivos y de funcionamiento que aumentan sin control alguno; solo regulados por las empresas que prestan los servicios.
Estos factores se elevan considerablemente y eso indican los índices del Indec, referidos a niveles de pobreza e indigencia, que está llegando a superar las cifras estimadas como factibles y se está convirtiendo en una “caída libre” junto al deterioro del poder adquisitivo, fórmula que -según los entendidos- tiene un fin que está fijado en la paciencia de la ciudadanía mayormente afectada. Situación que nadie se anima a vaticinar.
El problema económico y el factor recorte y achique sigue inexorablemente apuntando a determinados sectores que hoy están avisando que no podrán hacer frente a los gastos de funcionamiento y mucho menos de los salarios de su personal, tal es el caso de los docentes universitarios.
La Universidad Pública agoniza por la motosierra a los salarios. Los docentes y científicos perdieron el 45% de sus ingresos, el doble que el resto de los estatales. Esta situación no es la única que amenaza seriamente la paz interior.
Hay “remezones” de los diferentes sectores políticos que hoy tienen incidencia en la vida de los argentinos y que juegan sus intereses por lograr tener participación en el poder político. Tal es el caso del ex presidente Mauricio Macri, quien asumirá como líder del PRO y ya ha sugerido intervenir en el gobierno de Javier Milei.
En razón de poder lograr un equilibrio que le permita al Gobierno mantener vigencia en el Poder Legislativo, se recibirá a los gobernadores de Juntos por el Cambio antes del acto de asunción del ex presidente. Es la búsqueda de Guillermo Francos de negociar la paz interna.
Los mandatarios de PRO y la UCR llegaron hoy por la mañana a la Casa Rosada para plantearle una larga lista de pedidos al Jefe de Gabinete, y a su vicejefe del Interior, Lisandro Catalán. El reclamo por las cajas jubilatorias y otros temas que se barajan, pretenden convalidarlos antes de exponérseles a Macri.
Hoy Argentina transita con enormes dificultades, entre promesas de un mejoramiento que no llega al bolsillo de la sociedad y relatos de diferente calibre que pretenden mostrar que estamos mejor en todos los órdenes. Es posible que el gobierno de Javier Milei esté solo observando que baja la inflación -no los precios-, que Luis Caputo hace un “desguace” de los fondos de reserva del Banco Central y achica la brecha que en realidad afecta al gran mercado pero no al ciudadano de a pie. En síntesis: mejora la macro, tambalea la micro.
También estamos jugando en el sector diplomático, buscando el presidente Milei liderar la contra ofensiva contra el “controvertido y discutido” presidente venezolano Nicolás Maduro. En un país que tiene parte del pueblo en la calle en protesta por lo que considera un fraude electoral y las fuerzas policiales que han salido a reprimir a quienes no aceptan un proceso que consideran ilegal.
En realidad no nos falta nada, o mejor digamos nos “sobra de todo” y para colmo: todos males. La esperanza ha quedado rezagada por las contingencias de un país que no logra equilibrio y que anhela vivir en paz y lograr los objetivos que se ha fijado: crecer y tener futuro.
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