Un viejo refrán popular que plantea una realidad que no debe ignorarse ni se torna inocente cuando se materializa en los dichos de determinadas personas, que ostentan poder, pretenden ejercerlo de cualquier manera.
Es evidente que la Argentina está sufriendo daños -en algunos casos irreparables- y los sostenedores del relato insisten en la “esperanza”, como uno de los sentimientos que mantiene la ciudadanía, pese a que sus hijos no comen todos los días.
Y se cae el ánimo cuando escuchamos a experimentados productores, industriales, comerciantes, fabricantes, que tras años de sacrificio y aprendizaje lograron erigirse en columnas de la economía del país y hoy ven como su esfuerzo se diluye y se encamina a la desaparición.
Ese drama humano, infiere la destrucción progresiva de fuentes de trabajo, las que en su mayoría resultarán irrecuperables y el desempleado de cierta edad y experiencia comienza a notar que su futuro no existe. Milei logró su objetivo, lo destruyó con una política disruptiva, que pretende erigir un nuevo país sobre las ruinas de lo poco que va quedando.
Lo dijimos en cada entrega, que no existe un impulso ideológico sino que se muestra la realidad de un país que pasó de ser el “granero del mundo”, a un territorio castigado, semidestruido, donde la amenaza es arrasar con lo conseguido en años de esfuerzo y sacrificio de varias generaciones.
El presidente libertario-anarcocapitalista Javier Milei, que pretende ser el mentor internacional del más puro liberalismo, se autoconsidera uno de los grandes líderes del mundo, en una situación inédita, a la que llaman transformadora, desde el Congreso de la Nación, ante muy pocos legisladores, sin público fuera del edificio legislativo, en una soledad política que debería alarmar, volvió al relato, a los insultos, a denostar a quienes no piensan como él, para plantear que su misión de cambio basada en la destrucción y eliminación de aquello que entorpezca su proyecto está plenamente vigente.
Algunos de sus dichos fueron: “Estamos arrasando con la inseguridad”; “les duele que sea uno de los políticos más importantes del planeta tierra”; “todos mis opositores, incluyendo científicos, periodistas y artistas, son ratas inmundas, fracasadas, repugnantes y vomitivas”; “las tarifas de la luz, el gas y el agua están regaladas” y “el poder adquisitivo en dólares de los jubilados voló”.
Mucho verso y poca verdad. Ni arrasan con la inseguridad, solo basta seguir las informaciones diarias; ni es uno de los políticos más importantes del planeta. Las tarifas de servicios están por las nubes, es un regalo inalcanzable para una gran parte de la sociedad y el poder adquisitivo de los jubilados, voló, es cierto, desapareció, ya no les alcanza a los “viejos” ni para los medicamentos que le son necesarios para esta última etapa de su vida.
La idea presidencial es comenzar a abrir puertas y lograr obediencia de quienes están consustanciados -por lo menos así parece- con su forma de hacer la nueva política. De esta planificación surge la renovada mesa chica para rediseñar su esquema de toma de decisiones. Allí están Karina Milei, secretaria General de la Presidencia; Santiago Caputo, estratega y asesor; Guillermo Francos, jefe de Gabinete; Patricia Bullrich, ministra de Seguridad; y Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados.
Y con simultaneidad tendrá reuniones en Olivos, asado de por medio, con un número reducido de políticos, legisladores, con el fin de ir logrando respaldo para alcanzar su objetivo, hoy el Presupuesto 2025. Eso será parte de la historia de lo que se viene.
Hizo un anuncio, amenaza, en el fárrago de cosas que enunció pretendiendo mostrarse como el “gran economista”: “el Estado ya hizo el esfuerzo, ahora le corresponde hacerlo a los gobernadores”.
Una clara amenaza que dadas las características que ha mostrado el libertario, es para tenerlo en cuenta. Las provincias que ya están soportando un ajuste y recortes económicos, eliminación de la obra pública entre otras medidas, preanuncian un negro futuro socio-económico, del cual les resultará extremadamente difícil salir.
El futuro no se ve fácil. Los últimos datos encuestados, arrojan un profundo descreimiento de gran parte de la ciudadanía que ya dice no creer en todo aquello que promete realizará el presidente Milei.
Marco Tulio Cicerón, nacido en el 106 a.C., fue un notable político, filósofo y por supuesto escritor romano, en la noche del domingo fue reiteradas veces citado por el presidente, bien vale recordar algunas de sus frases, evidentemente soslayadas por el libertario dado que no respaldan sus actitudes.
“Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad”. Más o menos como la diferencia entre la realidad y el relato.
“La mentira es una plaga de la cual debe deshacerse la humanidad, no nos aporta nada positivo a la larga”. Pero es la herramienta más usada en la actualidad.
Finalmente cerramos esta entrega con otra reflexión filosófica de Cicerón: ‘‘Cuando aspiras a alcanzar el puesto más alto, recuerda que es honorable la segunda, o tercera posición”. El poder es efímero y la convivencia forma parte de la vida.
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