Mientras continúan las labores de rescate, con perros y maquinaria pesada, las autoridades sanitarias actualizaron este domingo la lista de víctimas de la explosión accidental ocurrida este viernes en el Hotel Saratoga de La Habana, donde perdieron la vida 31 personas.

El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) informó de que la cifra de muertos pasó de 27 en la noche del sábado a 31 y que además hay 85 heridos, de los que 24 aún permanecen internados en siete hospitales habaneros.

El último cadáver, recuperado hace unas horas del sótano del inmueble, aún no ha podido ser identificado. Bomberos y socorristas siguen trabajando en el acceso al sótano y al subsótano, las únicas dos áreas del edificio de siete plantas que aún no han podido ser inspeccionadas totalmente.

En esos niveles inferiores se acumulan varios metros cúbicos de escombros y además hay varios compartimientos, pues allí se encontraban las oficinas del Departamento de Economía, una lavandería y un almacén.

Alexis Acosta, intendente del municipio de La Habana Vieja, donde está enclavado el inmueble, aseguró que las brigadas de rescate concluirán el trabajo cuando hallen a todos los trabajadores del Hotel y a los vecinos de un edificio aledaño.

Esos inmuebles resultaron dañados seriamente por la explosión, ocurrida al filo del mediodía del viernes, cuando se manipulaba un camión cisterna cargado con unos 10.000 litros de gas licuado.

Acosta explicó que se trabaja de manera ininterrumpida desde el accidente en la búsqueda de sobrevivientes o de los cuerpos de los fallecidos "para entregárselos a las familias".

Un vocero del estatal grupo turístico Gaviota, Roberto Enríquez, reveló este sábado que al momento de la explosión se encontraban en la instalación 51 trabajadores del hotel y dos restauradores.

"De ellos hemos conocido hasta el momento el fallecimiento de 11 trabajadores, 13 reportados como desaparecidos, seis hospitalizados y el resto consiguió abandonar la instalación", detalló Enríquez.

La zona aledaña al sitio del accidente permanece con acceso restringido para evitar curiosos en el lugar, donde la fachada del hotel parece haber sido cortada por un gigantesco cuchillo que dejó al descubierto el interior de varias habitaciones.