Las políticas emergentes del accionar del gobierno libertario y de sus entornos, son claramente un grito de “guerra” permanente. El insulto, la denostación, el agravio, la permanente ofensa y falta de respeto a quienes se atreven a pensar diferente está realimentando un estado de anormal convivencia ciudadana, cuyas derivaciones pueden resultar muy ingratas para la sociedad en su conjunto.

“El brazo armado” de Milei hizo su triste presentación en un acto en el cual, el “gordo” Dan, como se lo conoce a Daniel Parisini, Agustín Laje, Alejandro Álvarez, Agustín Romo y Nahuel Sotelo, en el lanzamiento de la agrupación “Las Fuerzas del Cielo”, se mostraron como en otras épocas que los argentinos quieren olvidar, cuando los grupos “montoneros”, ERP, y otras agrupaciones que formaron parte de la “asonada” que terminó con la Revolución Libertadora, que le costó al país la desaparición de miles de argentinos y argentinas, que en aras de lograr los objetivos de la libertad ofrendaron sus vidas.

Hoy estamos recorriendo un camino similar.

Ese ejemplo debería ser lo suficientemente potente como para provocar que se recapacite sobre en qué “barro” se está moviendo un importante grupo de ciudadanos y ciudadanas que, siguiendo los dictados de su conductor, Javier Milei, pretenden destruir a la denominada “casta política” que entienden ha sido la causal de tanta decadencia nacional.

Sin percatarse que ellos están conformando una nueva clase de “casta”.

El mensaje que se transmite ha sido desde el principio del gobierno libertario de agravios y denostaciones. El insulto utilizado para señalar a quienes se paran en la vereda de enfrente es el síntoma que se percibe y al que se han sumado un grupo de jóvenes, algunos impulsados por la adhesión a las políticas del liberalismo como fórmula del cambio. Otros, cuyas intencionalidades non-sanctas han comenzado a perfilarse como una “casta diferente”, pero tan dañosa como la que ellos dicen combatir.

Las señales de orfandad que transmitió la presencia del presidente argentino en el desarrollo del G20, debería alertarnos, en tanto no solo prestándonos a ser incondicionales de los EEUU e Israel, se podrá sacar al país del pantano.

En todo caso jugaríamos el papel del “idiota útil”, al que nos está llevando una posición ideológica que nos aisló de los países que nos rodean y sin los cuales será difícil alcanzar crecimiento.

El tono utilizado al definir a un “idiota útil” sugiere que este último es en realidad un ignorante de las motivaciones ocultas de quienes se aprovechan de él, a tal punto que termina involuntariamente por favorecer el avance de una causa (usualmente política) adversa a sí mismo o a sus propias creencias.

De esta manera no avanzamos sino que retrocedemos. El clima político está en plena ebullición. La estrategia del presidente está logrando uno de sus objetivos: “divide que ganarás”.

Para lograr esto manda emisarios para convalidar ciertas condiciones que le permitan acceder a sus planes, que indudablemente nadie conoce. Intentan percibirlos o adivinarlos, pero está claro que el libertario-anarcocapitalista si algo ha dejado palmariamente demostrado es: que se mueve con absoluta comodidad en la “guerra”, que disfruta el enfrentamiento y goza, se le nota cuando así lo expresa, cuando insulta o agravia a quienes supone sus oponentes.

Diputados es una bomba neutrónica. La pauta de las profundas grietas que se han producido en ese ámbito legislativo quedó explicitada en el fracaso de la sesión para debatir el proyecto de “Ficha Limpia”.

Les faltó un legislador para poder alcanzar los 129 presentes. El PRO pidió un prórroga de tiempo y la presidencia de la Cámara lo negó. La ausencia fue de los libertarios y amarillos.

Todo hace suponer que el PRO, generador del proyecto buscado para evitar la posible postulación a un cargo de Cristina Fernández de Kirchner, deberá esperar otro año para poder avanzar con su anhelado proyecto de Ficha Limpia para acceder a cargos públicos.

La jugada es, por los menos, “rara”. Salvo que resulte cierto que canales muy privados de libertarios estarían contactados con fuerzas que responden al kirchnerismo, en una maniobra que llevaría como objetivo implosionar el núcleo duro que aún hoy se marca en las encuestas, sostiene la figura de la ex presidenta.

Tampoco el gobierno estaría muy dispuesto a sostener la aprobación del presupuesto 2025. En realidad, según los analistas y entendidos, el “triángulo del poder” se siente cómodo logrando una nueva extensión del presupuesto 2023, con el cual tendría acceso a varias de sus planificaciones de ajuste, achique y eliminación.

De esta manera, la ciudadanía de a pié sigue siendo un mero espectador en la contienda establecida, en donde los resultados, por ahora, son parte de un buen relato, pero no condicen con la realidad que se está viviendo.

Diciembre se asoma como un mes difícil. Siempre lo ha sido y en esta oportunidad mucho más. La posición adoptada por la CGT dialoguista que, enfrentándose a Pablo Moyano, desarticuló el posible paro general, es síntoma que las reuniones con el poder gubernamental siguen estando.

El clima beligerante persiste. La gran incógnita es: ¿Seguiremos siendo los idiotas útiles?