Se podía predecir que las elecciones en La Pampa, ratificarían la tendencia que se vislumbraba en las encuestas, de avalar la conducción del gobierno de la provincia al actual gobernador Sergio Ziliotto, que cumplirá su segundo y último mandato al frente del Poder Ejecutivo provincial.
Pero existían ciertas singularidades en el proceso de la campaña que se habían instalado y que marcaban una transformación, que resultaba difícil de explicar, pero estaba, se palpaba en las charlas entre amigos y familias.
En algunos momentos los eufóricos lograban su objetivo y hacían pensar que otras miradas eran erróneas o se dejaban llevar por las habituales encuestas que, pergeñadas desde la Capital Federal u otras provincias, tenían una mirada que no resultaba coincidente con la idiosincrasia pampeana.
Fue -sin lugar a dudas- una campaña muy respetuosa, donde se cuidaron los términos subidos de tono, si bien se procuró señalar errores y necesidades que la ciudadanía estaba necesitando y que cada uno desde su ámbito prometía resolverlas.
La gestión del actual y futuro gobernador Sergio Ziliotto, fue sin lugar a dudas el respaldo que le permitió darle continuidad a su mandato, frente a una figura nueva, pero con historia política sobre sus hombros, Martín Berhongaray, que impuso como ariete de penetración en la sociedad la moderación y la búsqueda de fórmulas nuevas, sin criticar lo que siempre sostuvo: ‘...lo que estÁ bien hay que continuarlo’ agregando en cada oportunidad que tuvo: ‘...gobernar es una tarea de todos’.
Sobre esas bases se fueron consolidando los aspectos centrales de una polarización que se vio concretada claramente en las urnas.
Suena la voz de alarma para el peronismo, que -creemos- está sufriendo el efecto de un natural desgaste de 40 años de gobierno consecutivos. Si bien fueron cambiando los hombres, esa transformación, que hemos señalado en varias entregas, se está produciendo no solo en La Pampa, sino en la Argentina y el mundo.
La contienda electoral ya finalizó y ahora viene el momento de -con más tranquilidad- comenzar a establecer nuevos parámetros de gobierno unos y de consolidar lo obtenido otros.
Para el oficialismo el escenario plantea dificultades, especialmente en el funcionamiento gubernamental, en tanto la Cámara de Diputados ofrece una nueva composición, donde aparecen, con la fortaleza del que oficiará de ‘fiel de la balanza’, los legisladores de Juan Carlos Tierno, al que se sabe hábil negociador y con posiciones muy firmes en determinados temas.
Si bien juega un papel preponderante el ‘doble voto’ de la presidenta Alicia Mayoral, será la herramienta que podrá esgrimir para lograr objetivos propuestos, el Gobierno provincial, cuando requiera de aprobación de sus proyectos. Ese mecanismo legal y reglamentario también dependerá de muchos factores, que habrá que analizar a futuro.
Es un nuevo esquema funcional, que se sumará a lo que ya suena como reacomodamiento del staff gubernamental, que se presume estará en los planes de Sergio Ziliotto.
Todo hace pensar que el mandatario pampeano, tiene in mente un escenario a futuro en el que deberá consolidar poder político, más allá de que constituya su último mandato, pero que podría tener mucha significación en el plano político provincial que en el 2027 pueda mostrar el ‘ziliottismo’ su candidato para que compita en representación del peronismo que hoy está representado por el FreJuPa.
Por el lado de la oposición, enmarcada en la coalición de Juntos por el Cambio, la figura preponderante es la del radical Martín Berhongaray, quien tiene por delante cuatro años para consolidar su poder partidario.
La tarea no pareciera tenerla fácil y mucho más si analizamos los comportamientos internos que han desmembrado una fuerza que no logra consensuar un candidato único, entre el PRO, el radicalismo y los seguidores de Lilita Carrió.
Dice el refrán: ‘Hay que verlo caminar pa’ver si renguea...’. Esto significa que veremos cómo se distribuyen los poderes en la Cámara de Diputados, después del 10 de diciembre. Hoy solo son reflexiones, que no tienen certeza alguna.
Lo que dejaron estas elecciones, en La Pampa, es un suceso palpable, al que muchos políticos pretenden ignorar. Los cambios generacionales están provocando un nuevo mundo social, económico, financiero, llevados por el avance incontenible de la tecnología.
Esto tiene su incidencia en el comportamiento humano, que de ninguna manera es renegar de la experiencia, sino aggiornarla y mejorar con ello el desarrollo y crecimiento de los emprendimientos futuros.
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