En lo que va del año llevamos un triste y lamentable record de accidentes producidos por quienes a bordo de determinados vehículos transitan a exceso de velocidad y normalmente obnubilados por la ingesta de alcohol.
Las ciudades se han convertido en cómodas "pistas" para quienes, con total desaprensión circulan, no respetando ni señales de tránsito, ni peatones ni nada que se les cruce y a quien deban respetar.
Es, sin lugar a dudas, una forma de violencia que se materializa en todos los ámbitos y lo más lamentable, crece inusualmente, pese a los controles, multas y otras contingencias que se generan a través de exposiciones policiales y la intervención de la Justicia.
Las rutas, en determinadas hora se ha transformado en una lotería, dado que se ha podido comprobar que muchas- demasiados para las estadísticas- que circulan horas después del almuerzo o cena, son quienes no reparan en abusar del consumo del alcohol y se convierten en protagonistas de tragedias, muchas de las cuales hemos vivido en estos últimos meses.
El Ministro de Seguridad de la Provincia, lo ha hecho notar, en tanto los registros de controles ven notoriamente aumentado el número de conductores que deben ser sancionados, con retiros del carnet y hasta retención de sus vehículos por transitar con un alto índice de alcoholemia.
No entender que en la medida que se toma, se comienzan a disminuir los reflejos y ya nada es igual, es atentar y no importar en absoluto la vida del prójimo.
Según el Observatorio Vial Nacional, un promedio de 10,6 personas mueren en siniestros viales cada día y en uno de cada cuatro casos fatales se detecta alcohol en sangre en alguno de los conductores.
Está científicamente probado que: "El alcohol genera una falsa sensación de seguridad y alteraciones importantes en la coordinación y los reflejos que aumentan considerablemente el riesgo de accidentes viales. En casi un 25% de las muertes por accidentes de tránsito se halla presente el consumo de alcohol"
Uno de los tantos estudios que se realizan en el mundo para establecer parámetros de control y evitar el aumento de accidentes provocados por el insumo excesivo de alcohol u otras sustancias, ha señalado que: "En la actualidad, el consumo de bebidas alcohólicas está ligado fundamentalmente a los procesos de socialización, sobre todo en la adolescencia y primera juventud, dándose una fuerte asociación del alcohol con el divertimento y, en casos extremos, el consumo de alcohol como condición necesaria para la interacción social en períodos de nocturnidad, pero no solo en jóvenes sino también en adultos."
El consumo de alcohol disminuye las capacidades motoras y de visión, perjudicando la capacidad de discernimiento, tornando los reflejos más lentos y reduciendo la atención y la agudeza visual, además de poder generar situaciones altamente riesgosas producto de la sensación de exaltación, falsa seguridad y pérdida de las inhibiciones que en algunas oportunidades suele producir.
En La Pampa se está operando una suerte de operativo concientización, comenzando por los más jóvenes que están en edad o muy próximos a tener el derecho de solicitar el carnet de conducir.
No solo se están realizando- como en nuestra ciudad- cursos especializados en donde con un simulador de manejo se inicia un adiestramiento, como parte de la enseñanza que responde a conocimiento de manejo en ruta, ciudad, señalización y otros aspectos que quién se siente al volante de un automotor debe conocer.
Naturalmente que en el desarrollo de las charlas que se mantienen con los participantes de los cursos se analizan los factores de riesgo, entre ellos el beber alcohol antes de manejar o estar bajo los efectos de estupefacientes.
La tarea se realiza y el tema es una enorme preocupación que tiene alertada a las autoridades competentes.
Sería importante que la ciudadanía en su conjunto aporte para que las tragedias disminuyan y se vaya asumiendo la conciencia que el vehículo, cualquiera sea, constituye un "arma" que se porta y que mal utilizada cuesta vidas.
Debemos comenzar a asumir responsabilidades y saber que se debe: "Usar el cinturón de seguridad. Detener el auto si van a hablar por teléfono celular. Evitar realizar actividades que los distraigan como comer, beber, sintonizar el radio o ajustar otros controles mientras conducen. Evitar conducir si están muy cansados"
La realidad de los sucesos que vemos a diario debe provocar una reacción positiva en la comunidad.
Es la única manera que existe juntamente con la prevención y control de los organismos especializados, de disminuir el índice de accidentología que hoy- lamentablemente crece.
Debemos reeducarnos para volver a tener conciencia que vivimos en sociedad.
Es una tarea de todos.
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